Todo sobre la autonomía de un coche eléctrico

Una de las dudas más habituales a la hora de decantarse o no por un coche eléctrico es su autonomía real. Por esa razón Manuel Molina, nuestro consultor de movilidad, nos cuenta todo lo que siempre hemos querido saber sobre este tema a día de hoy aun tan desconocido.

Cuando hablamos de consumo y de autonomía, es muy importante tener en cuenta que la autonomía conocida como “homologada” no tiene por qué ver con la real. Debemos conocer las condiciones en las que se ha medido para poder traducirlo a nuestras condiciones de consumo habitual.

Pero antes incluso de entrar en esa diferencia, debemos dejar claro qué estamos entendiendo por “real”. Porque cada uno entenderá esa realidad como la suya propia, lo que no quiere significar ni mucho menos que comparta similitudes con la de otras personas.

Qué puede hacer variar la autonomía de un coche eléctrico

Superficies llanas o con desniveles. Las autonomías homolagadas no pretenden engañar al consumidor, porque por ejemplo en el centro de Europa se trata de un territorio sin desniveles, mientras que en España no cuadra demasiado con la realidad.

Solo con el conductor o con el coche lleno. La diferencia de consumo de electricidad entre un coche hasta arriba de personas y maletas, frente a una persona que habitualmente viaja sola es muy significativa.

La temperatura ambiental. Si le preguntamos a un suizo y a un español, ¿cuál serían las condiciones más “reales” para medir la autonomía de un coche?

Estos tres ejemplos son algunos de los que indican la enorme diferencia de un consumo u otro, pero si hay algo que hará que varíe enormemente la autonomía de un coche eléctrico, haya las condiciones que haya, será una conducción eficiente frente a una más rápida o agresiva. Al igual que en los vehículos con combustible de gasolina o diésel, este factor es clave para economizar el consumo. Y en el caso concreto de los coches eléctricos, es aún más significativo.